Cambio Climático / Global
por: Juan Antonio Ortega Núñez
Agosto de 2.010

Es importante reciclar nuestra vida y hasta las basuras, pero no podemos basar nuestro crecimiento en ir contra la principal ley de la Naturaleza: EL CICLO DEL AGUA.       La LLUVIA nunca se desperdicia en el MAR.

 

Introducción
Tu Planeta
Planeta Tierra
La Naturaleza
El Clima
IPCC
IPCC y Cambio Climático
Agua Dulce
Ciclo del Agua
CO2
CO2 y Política
La Atmósfera
Chorro de Nivel Alto
Efecto Invernadero
Huracanes
Embalses
Energía Solar
El Mar
Lluvia Artificial en Canarias
Ideas Claras
Mentiras
Verdades
Conclusiones
Links y Contacto

TU PLANETA

En realidad no es tu Planeta, ni mi Planeta, ni siquiera nuestro Planeta.

La Tierra es el planeta de todos, pero de todos los animales, de todos los peces, de todas las bacterias, de todos los montes, de todos los ríos, de todo el aire, de la luz y de las tinieblas.

Nosotros, los seres humanos, solamente somos unos simples habitantes que crecemos y que nos multiplicamos casi por mandato divino.

La realidad es que estamos montados en una esfera de rocas y polvo cósmico, viajando a una increíble velocidad, desde ningún sitio, hacia ninguna parte mientras le damos vueltas a un astro inmenso, que es el SOL, que está ardiendo.

No intercambiamos NADA con el exterior, a excepción de la energía.

Cómo somos:

No solo somos fundamentalmente carbono y agua, sino que el Planeta habitable, y todo nuestro entorno, es básicamente agua.

La superficie de nuestro planeta está cubierta, en un 72%, por AGUA.

¿Se puede saber cuánta Agua tenemos?

Se estima que en el Planeta hay unos 1.460 Millones de kilómetros Cúbicos de Agua, de los cuales sólo 38 Millones de kilómetros cúbicos son de Agua Dulce.

El Agua Dulce que se considera en circulación en el Planeta es de unos 480.000 kilómetros cúbicos, de los que 110.000 caen como lluvia sobre las tierras emergidas. De esos, unos 70.000 kilómetros cúbicos se evaporan en campos y lagunas, mientras que los restantes 40.000 kilómetros cúbicos vuelven por los cauces de los ríos al Mar, o es lo que debían poder hacer.


Es decir, 40.000 kilómetros cúbicos de Agua de Lluvia, cada año, son los que llenan nuestros ríos y son los que mantienen vivo el Ciclo del Agua.

Es muy poca LLUVIA en comparación con la cantidad de AGUA que hay en la Tierra y con la que cada día más necesitamos para vivir. Lo más importante de esa LLUVIA es, sin embargo la importancia fundamental que tiene en el equilibrio energético del planeta.

Esos 40.000 kilómetros cúbicos de Agua de Lluvia, que de algún modo pretendemos controlar, son una bendición que el ser humano debe gestionar.

Opiniones y decisiones como la de que "no debemos permitir que se desperdicie en el MAR", están equivocadas y son las que desequilibran todo.

Afortunadamente la lluvia que cae en el Mar no la podemos "gestionar políticamente" ... de momento.

Disfrutamos de la misma cantidad de AGUA DULCE que disfrutaron los dinosaurios, hace 65 millones de años.

Será la misma que disfrutarán nuestros hijos y nietos, otros 65 millones de años después.


El Agua y La Naturaleza

El Agua es el elemento natural más importante del Planeta, y el único que se presenta en sus tres estados a la vez: Sólido, Líquido y Gaseoso.

El Agua Dulce es un recurso natural ilimitado, que empieza a ser escaso y limitado tan pronto como la embalsamos.


A este respecto podríamos afirmar, con cierta ironía, que "menos mal que ha llegado el Hombre de los siglos XX y XXI para resolver los problemas que la Naturaleza ha provocado desde hace millones de años, en la gestión del Agua de Lluvia: que se desperdicie en el mar".
 

PREGUNTA: ¿De qué están llenos los embalses?


Parece fácil responder a esta pregunta, pero no lo es. Es una pregunta que casi nadie se ha planteado nunca, porque parece evidente la respuesta:
AGUA

Pero la palabra "AGUA", que abraza muchos otros nombres: lluvia, ríos, mares, lagos, nubes, glaciares, etc, parece servir para responder a todo, pero no es así.

Y no es así porque lo que almacenamos, temporal o definitivamente, es LLUVIA.

Hace falta que llueva para que se llenen los embalses.

Los embalses no se llenan con lagos, ni con nubes, ni con mares.

Los embalses se llenan con LLUVIA.

Es muy importante entender esto para poder avanzar.

Si apartamos de la circulación cualquier cantidad de LLUVIA sería por lo menos lógico pensar, que esa LLUVIA, no volverá a caer del cielo como si no hubiera pasado nada, porque sí lo hemos hecho.

Píenselo.

PROPUESTA:  La Mejor Política de Gestión del Agua Dulce en el Mundo

La mejor, por no decir la única, es la que ha aplicado la NATURALEZA desde hace millones de años: EL CICLO DEL AGUA.

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